Aramo Excursiones: Campigüeños

POR JOSÉ RAMÓN FDEZ.-TRESGUERRES

Pista de Orlé a Conforcos

Al hablar del Campigüeños la primera dificultad a la que nos enfrentamos es dejar claro a cuál de los dos, con el mismo nombre, nos referimos. Ambos forman parte del Parque Natural de Redes y se encuentran próximos el uno del otro. Los dos están sobre el Cordal de Ponga, sierra que separa los concejos de Caso y Ponga. El primero de ellos, al que se encaminan casi todas las excursiones, recibe también los nombres de Becerrera de San Pedro, según los casinos, o Les Víes, según los ponguetos. Esta cumbre alcanza los 1.838 m de altitud.

Llegando a Conforcos

Al segundo Campigüeños, de menor altitud, (1.629 m) se le denomina también La Pelacera. Se emplaza en la vertiente casina del Cordal citado. El nombre Campigüeños es un fitotopónimo que podría estar relacionado con el término asturiano guañu, con el sentido de hierba mala. Para ascender al Campigüeños o Becerrera de San Pedro partimos de la localidad casina de Orlé a 700 m de altitud. El lugar se encuentra al borde de la carretera que va de Campo de Caso a Infiesto. La ganadería y el turismo rural son, en la actualidad, las principales actividades del pueblo.

Foz de Melordaña

La ganadería fue base de una destacada industria artesanal del queso. Hace años se elaboraban de leche de vaca casina, de cabra y de oveja. Desde Orlé parten numerosas rutas montañeras. Además de al Campigüeños y a La Pelacera desde aquí se puede subir al Cantu Faediellu, La Frayada (1.475 m) o a la peña Los Tornos (1.558 m). Nuestra ruta sigue el valle abierto por el río Orlé. El camino conserva su antiguo empedrado en muchos de sus tramos.

Por un espeso bosque mixto ascendemos hasta la majada de Conforcos a 1.080 m de altitud. En ese lugar el río Orlé nace de la convergencia del arroyo Capiella y de las aguas que descienden por la Foz de Melordaña. Por ella deberemos remontar, si el caudal del río nos lo permite. En caso contrario hay un camino que evita el angosto paso aunque dando un pequeño rodeo. En Conforcos existe un refugio de cazadores. Está colocado sobre un privilegiado mirador natural abierto a todo este hermoso entorno.

Majada y Foz de Melordaña

De la confluencia de los ríos es probable derive el topónimo Conforcos que da nombre al paraje. Debido al escaso caudal que bajaba por la Foz de Melordaña nosotros pudimos evitar el rodeo. Así disfrutamos de la subida por el estrecho y agreste desfiladero. Al final de Melordaña nos esperaba la majada de nombre homónimo. Se encuentra a 1.240 m de altitud. El Campigüeños, al que nos dirigimos, sobresale al noreste de la majada. Por el lado opuesto, al sureste, cierra nuestra visión otra de las peñas más conocidas del concejo de Caso, La Carasca.

Campigüeños en el paso hacia El Covallón

El grupo de cabañas, con muros y techumbre de piedra, mantiene un conjunto armónico con muchas todavía en pie. Su color oscuro, por la cuarcita ya muy oxidada, destaca sobre el verde de la amplia pradería sobre la que se instala. Soslayamos el camino habitual de subida al Campigüeños que asciende por Valloseru y Brañielles. Nos dirigimos hacia la izquierda en dirección a Buceñaos. Este recorrido, aunque algo más largo, no requiere mucho más tiempo para alcanzar la cumbre. A cambio nos permite gozar de la vista del valle del río Fresnedal, afluente del Orlé.

Camino de El Covallón

Después de un tramo de subida alcanzamos y franqueamos el cordal que se despliega entre el pico Conforcos y El Mosquitón. Cuando traspasamos el estrecho paso que nos lleva hacia El Covallón vemos el bosque de Purupintu, que se extiende por la parte baja del valle. Purupintu es zona restringida del Parque de Redes por lo que tenemos que disfrutar su belleza desde la lejanía, como ocurre con otros muchos espacios de nuestras montañas. Lo aceptamos de buen grado por el bien de su conservación y supervivencia.

Ladera oeste del Campigüeños

Cabaña en El Covallón

Al fondo vemos ya la ladera oeste del Campigüeños por donde pretendemos ascender en busca de la cumbre. Antes es preciso llegar hasta El Covallón pasando por debajo de las estribaciones septentrionales de La Pelacera. Por el sur se abre la Campa Llagu y el Collado Cardiel, paso habitual al Campigüeños. Hacia la ladera occidental del pico nos encaminamos desde donde, poco después, contemplamos el inmenso boquete abierto en las paredes calcáreas de La Pelacera. En el Covallón hay tan sólo una cabaña.

Bosque de Purupintu

Subida al Campigüeños

La Pelacera

Subida al Campigüeños

La Becerrera de San Pedro, nombre con el que denominan los casinos esta cumbre, era lugar reservado para los becerros. En la actualidad la soledad del espacio impresiona. Predomina el aislamiento en medio de una abrupta naturaleza. Hace tiempo que casinos y ponguetos han ido abandonando estos altos pastizales dejándolos al disfrute de bóvidos y cérvidos, en expansión por toda la comarca. La vía por la que optamos para hacer cumbre nos obliga a un largo tramo de crestería. No presenta dificultad alguna y a cambio permite disponer de hermosas vistas por ambas vertientes.

Tanes desde el Campigüeños

Cresta del Campigüeños

En el concejo de Ponga todas sus cumbres más significativas convergen en torno al macizo de los Picos de Europa. Por la vertiente occidental las montañas casinas se extienden hasta el macizo de Las Ubiñas. Durante un buen rato disfrutamos la cumbre a pesar del tiempo desapacible. Observamos la cercanía del Tiatordos. Estudiamos el descenso por el Collado Cardiel, Brañielles y Valloseru hasta Melordaña. Algo más de cuatro horas y media nos llevó llegar hasta esta bella cima casina. Los días aún son cortos y el largo recorrido de vuelta obliga a descender. Lo hacemos con nostalgia. Con tranquilidad, disfrutando de una cálida tarde invernal. Cuando llegamos a Orlé la noche se nos ha echado encima. Las luces de las pocas casas que aún quedan habitadas brillan hace rato. Medito sobre el placer que me producen estos tranquilos paseos por las montañas de Caso.