POR
JOSÉ RAMÓN FDEZ.-TRESGUERRES
Tejo en Monte Cerrao-Oviedo |
En
Asturias el tejo es un árbol con abolengo. Se dice de sus frutos tóxicos que
eran empleados por los antiguos astures para envenenarse. El fundamentalismo
parece ser un mal endémico en el género humano desde sus oscuros orígenes. En
la actualidad el tejo parece cumplir tan sólo una sencilla función testimonial.
Relegado a una labor de compañía en iglesias rurales o en parques y jardines, su
abundancia y utilidad fue otra en etapas geológicas. Considerado hoy como
especie relicta, en las duras condiciones impuestas por el frío glacial ocupó
extensiones más amplias que las actuales. Algunas de las especies del genero
taxus, desarrolladas durante el Oligoceno, Mioceno y Eoceno, han desaparecido
en la actualidad.
Tejeda del Sueve |
En
Asturias se conservan escasos bosques de tejos. La Tejeda del Sueve es el
ejemplo más conocido y estimado. Considerada como la más grande de Europa, ocupa
una extensión aproximada de 80 ha. Aunque no formando una comunidad tan extensa
como la del Sueve, se mantiene, también, en otros lugares de la cordillera
cantábrica. Como ejemplares dispersos es fácil verlo en los montes casinos o
somedanos, entre otros. Algunos tejos declarados monumentos naturales en
Asturias son los de Bermiego en Quirós, de siete metros de perímetro, el de
Santibañez de Murias en Aller, el de San Martín en Salas, también de siete
metros de perímetro o el de Santa Coloma en Allande.
Tejo de Santibañez en Aller |
Se
le conoce en nuestra región como texo, texu, tisú, teixo o teixeiro. De estos
nombres deriva una amplia toponimia como señala García Arias: Teixo y Os
Teixois en Taramundi, El Tixu en Morcín, Teixeo en Grado, Teixedo en Allande y
Coaña, Teixera en Tineo, Teixeira en Salime y Oscos, A Teixueira en Castropol,
Les Texeres en Riosa, La Texerina en San Martín del Rey Aurelio, Teixidiellu en
Cudillero, La Texuca y El Texucu en Langreo o Teixedal en Luarca y Tineo. Su
abundancia se debe a su consideración sagrada entre los astures. Se juzgaba a los tejos, nexo de unión entre vivos y muertos, de ahí su proximidad a
ermitas y cementerios.
El
tejo es un árbol longevo que puede alcanzar los 1.000 años de edad. En Gales (parroquia
de San Cynog) se conserva el que está juzgado como el más viejo del mundo con
una edad estimada en 5.000 años. Aunque popularmente sólo sus frutos son
considerados venenosos lo son también la madera y sus hojas. El ganado
alimentado con brotes de tejo puede morir, de ahí el que se evite su presencia
en las zonas de pasto. Según Emilio Díaz y Antonio Vázquez, en su libro Guía de
los bosques de Asturias, la dosis mortal es de 2gr/kilo para el caballo y de 10
gr/kilo para conejos, corderos y cabras.
Tronco del tejo |
Su
corteza, de color marrón rojiza, era empleada para fabricar arcos gracias a su
dureza, resistencia y elasticidad. Con el tiempo su tronco va formando
profundos surcos que le dan otra de sus características. En ocasiones parece
estar formado por la unión de diversos troncos más finos. Su corteza se
desprende en placas. Las hojas, duras y planas, son alargadas y puntiagudas.
Miden alrededor de tres o cuatro centímetros. De color verde oscuro por la
parte superior presentan un color más claro, que tiende al amarillo, por el
envés.
Una
de las propiedades del árbol es su condición dioica o lo que es lo mismo, de
sexos separados. Tiene flores masculinas y femeninas en individuos diferentes.
Las flores masculinas, de forma globosa o alargada, nacen en la parte inferior
de las ramas del año anterior. En época de polinización adquieren color amarillento
claro, casi blancas. Las flores femeninas, por el contrario, aparecen aisladas
y destacan poco. Florece de finales de invierno a principios de primavera y los
frutos maduran a finales del verano.
Hojas y flores del tejo |
Fruto del tejo |
Las
semillas maduras están cubiertas de una parte carnosa de color rojo muy
llamativo, el arilocarpo. El arilo no sólo aparece en el fruto de los tejos sino que
es común a otras muchas semillas. En algunos árboles aparece en forma de mechón de
pelo como en sauces y chopos. Los pájaros se alimentan de los frutos del tejo sin riesgo alguno para su
integridad. Separan perfectamente la parte comestible, el disco carnoso, del
resto del fruto. Es el método empleado por el tejo para diseminar sus semillas. Los humanos lo hemos empleado, no sin riesgo, como abortivo y
más recientemente como anticancerígeno.
Tejo en los montes de Caso |
Su
hábitat más preciado es el calcáreo, aunque se adapta con cierta facilidad a
cualquier condición. Resiste el frío y prefiere la humedad. Por esta razón
suele encontrarse más fácilmente en las hondonadas y zonas sombrías de nuestras
montañas. El género taxus agrupa a un número importante de especies con
distintos subgrupos e hibridaciones. El más extendido de todos ellos en nuestro
país, por ser originario de Europa, es el Taxus baccata, conocido popularmente
como tejo común o negro.
Tejo en los montes de Caso |
AUTOR
DEL TEXTO JOSÉ RAMÓN FDEZ.-TRESGUERRES, DE LAS FOTOS JOSÉ RAMÓN Y ANA FDEZ.-TRESGUERRES
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