POR
JOSÉ RAMÓN FDEZ.-TRESGUERRES
La
Peña El Cabril (1.923 m) es una de esas montañas engañosas que si la vemos por su cara
más amable de peña no tiene nada y si la observamos por la vertiente más
abrupta entendemos que reciba tal denominación. Su ladera más suave cae sobre
el valle de Genestoso, Cangas del Narcea, mientras que su parte más áspera se
asoma al valle de Villar de Vildas en Somiedo. Por el valle del Pigüeña El
Cabril se desploma casi 500 m. Esta ruta puede hacerse compatible con la
excursión al Cogollu de Cebolléu que ya incluimos en este blog o bien
convertirla en una caminata independiente que nos permita disfrutar de un
recorrido circular sobre la cabecera del valle de Genestoso.
Genestoso/Xinestusu |
Desde
el collado Tres lagunas o Alto Morietes el camino comienza a diferir con el
reseñado anteriormente. Allí giramos hacia el norte continuando por una subida suave
que lleva al collado de La Mochedina o Muchadina y al de Entrecuetos. El de la
Muchedina lleva el nombre de una de las brañas de verano del pueblo de Villar
de Vildas que en esa zona contaba con dos, la Muchada y la citada Muchadina.
Hasta esas brañas los vecinos de Villar de Vildas subían desde la pista de La
Pornacal por el bosque de Las Sendas y la braña de Ferbichín.
El
camino, totalmente desforestado, está cubierto de pastizales en los que el
brezal y las arandaneras están en clara expansión. Son terrenos silíceos,
básicamente cuarcitas, como en buena parte del occidente astur. La Peña El
Cabril pertenece a la sierra de la Serrantina que hace de límite entre los
concejos de Cangas del Narcea y Somiedo. Con una dirección predominante
norte-sur, la sierra tiene su máxima altitud en esta cumbre donde se inicia, o
finaliza según el sentido en el que la recorramos. Su extremo opuesto se
encuentra en la campa de Los Cadavales, límite de los concejos de Somiedo,
Cangas del Narcea y Tineo. El término Cadaval hace alusión a los cádavos o
piornos, muy abundantes en la zona.
El
topónimo El Cabril procede, a su vez, de la cantidad de ganado cabrío que
ramoneaba por sus laderas, especialmente en las que vierten hacia Genestoso.
Este ganado menor, que ha ido desapareciendo con el paso del tiempo, fue base de
la elaboración del conocido queso de Genestoso que en la actualidad utiliza,
también, leche de vaca.
En
el mismo collado de Entrecuetos dejamos el camino real que continúa por toda la
sierra de la Serrantina y nos dirigimos a ganar la cresta sur de El Cabril.
Posteriormente volveremos a retomar este ancho camino al descender por la
cresta opuesta (Norte), antes de iniciar la bajada por el bosque que cae del
pico Fanarrionda. En este punto es conveniente coger bien el camino de ascenso
pues en caso contrario tendremos problemas con el matorral que empieza a tupir
antiguas sendas.
Ganar la cumbre de El Cabril es muy sencillo. Este último ascenso apenas nos llevará 15 minutos más. La escasa cima nos impresiona con los inesperados desplomes que caen sobre el valle del Pigüeña. Su pequeño y curioso buzón y una placa utilizan como base un mojón que señala su condición de Monte de Utilidad Pública. Vemos, relativamente próximos y en este orden, los picos del Cogollo, Cogollu de Cebolléu, Las Camposas y Los Raxos. Por el oeste el valle de Genestoso a nuestros pies.
La
sierra continúa alejándose hasta el alomado Rabo de Asno. Por toda la pelada
serranía destaca nítidamente la vieja senda de la culebra que nos provoca un
deseo irrefrenable de seguirla en pos de aquella cima y del Santuario del
Acebo. Lo largo del recorrido que finaliza sobre la capital del concejo de
Cangas del Narcea nos emplaza para otra ocasión y en otras condiciones. Para
ello necesitaríamos contar con un vehículo en aquel punto de la ruta. Hoy
decidimos gozar de la amplia vista que nos regala esta modesta cumbre.
La
senda de la culebra es una vía romana utilizada para la explotación de las
minas de oro y probablemente usada desde la protohistoria. Los vaqueiros la
usaban para ir desde los concejos de Salas y Tineo hasta las tierras somedanas
y los arrieros para pasar a la comarca leonesa de Laciana. Discurría por las
sierras de Courío, Begega, Peña Manteca, La Cabra, Cadavales y la Serrantina. Aquí
incluyo un interesante texto que complementa al que incluí en la entrada sobre
El Huevo y El Faro acerca de las vías romanas entre Asturias y León. Es de
David González Álvarez y lleva por título Vías romanas de montaña entre Asturias y León. En él se cita la ruta de la Serrantina.
En la ladera oriental del valle del Pigüeña, bajo la sierra del Páramo, distinguimos la afamada braña de La Pornacal. El descenso lo hacemos por la cresta septentrional de la peña, lo que nos permite observar mejor las caídas orientales de la cumbre. Retomamos el camino real, durante un corto trecho, hasta el collado entre los picos Cascarón y Fanarrionda. Sabemos que en este lugar se produjeron duros combates durante la Guerra Civil Española lo que siempre contribuye a sobrecogernos. Debemos buscar con cuidado las señales que nos indican el lugar de inicio de la bajada siguiendo la vaguada del reguero de La Pasadina.
El bosque exige nuestra máxima atención para evitar perder el sendero y las marcas que hay sobre los troncos de los árboles. El camino está cada vez más extraviado a causa de un sotobosque en expansión. El Cabril y La Treisa se asoman constantemente entre la espesura. Al final la vereda se ensancha sobre las cuarcitas blancas, ya muy próximo a Las Carruexas. Vamos por la margen derecha del río Cibea. La relajación de la atención nos permite disfrutar plácidamente de la pista que llanea por entre los muros de piedra que cierran los numerosos prados de diente. Estos nos encaminan sin pérdida hacia el barrio alto de Genestoso.
La
excursión a la cumbre de El Cabril es perfectamente factible para personas con
niños. Sólo necesitamos extremar la precaución en la cumbre evitando se
acerquen a las caídas de la vertiente oriental. Constituye una buena ruta de
iniciación a la montaña que seguro les dejará un grato recuerdo para el resto
de su vida.
AUTOR
DE TEXTO JOSÉ RAMÓN FDEZ.-TRESGUERRES Y DE LAS FOTOS JOSÉ RAMÓN
FDEZ.-TRESGUERRES Y S. RECIO
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