POR
JOSÉ RAMÓN FDEZ.-TRESGUERRES
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Subida a Vegarredonda |
Para
los aficionados a la montaña las cumbres de los Picos de Europa tienen un valor
especial. Las hay más o menos difíciles, poco o muy conocidas pero lo evidente
es que todas ellas son diferentes a las cimas de otros macizos montañosos.
¿Cuál es la razón? Es difícil de explicar. Son esas cosas que si nunca has
estado allí te resultan difíciles de entender pero en cuanto llegas por primera
vez no precisan explicación.
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Vega la Piedra |
A
pesar de todo trataré de aportar algunos razonamientos a lo que puede que no lo
tenga. Tal vez se trate, sólo, de apreciaciones particulares. Picos de Europa
son tres macizos calcáreos de excepcionales dimensiones y por este motivo, por
propia constitución geológica, ya presentan características propias. Si a esto
añadimos los procesos glaciares y cársticos que tuvieron lugar a lo largo del
tiempo sobre esa gran masa caliza tendremos otra razón más para entenderlo. Si
además tenemos en cuenta que la actividad ganadera extensiva basada en el
manejo de tres especies como el vacuno, el ovino y el caprino, ha tenido aquí
suma importancia, empezaremos a comprender al porqué de su singularidad.
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Llampa Cimera |
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Porru Bolu |
Algunos
podrán pensar que esta actividad ganadera ha sido idéntica a la desarrollada en
otros espacios rurales cantábricos. Es cierto. Pero en ningún lugar las
montañas adquieren la altitud y fiereza de este territorio. Sobre un espacio
tan agreste el habitante de los Picos ha tenido que desarrollar modos de
explotación y de vida que han singularizado su paisaje y su paisanaje.
El
macizo occidental o del Cornión, en el que se encuentra la Torre de los Traviesos,
también conocida como Torre del Alba, es el que mejor refleja todas estas
peculiaridades reseñadas. No en vano sólo este macizo, de los tres que
conforman los Picos de Europa, fue seleccionado para constituir el primer
Parque Nacional de España.
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Las Barrastrosas |
La
Torre de los Traviesos es perfectamente visible desde los mismos lagos de
Covadonga donde puede iniciarse la excursión. Si os animáis a meter el coche
por la pista, y no existe prohibición expresa, os recomiendo llevarlo hasta el
aparcamiento que existe próximo al Pozo del Alemán, en Pan de Carmen. De esta
manera ahorraremos un trecho considerable del recorrido tanto a la ida como a
la vuelta. Esto es aún más importante si pretendemos hacer la excursión en un
día sin pernoctar en el refugio de Vegarredonda.
Este
ahorro de tiempo se vuelve básico si planeamos una ruta invernal en la que los
días se acortan y la nieve aumenta las dificultades. La aproximación hasta
Vegarredonda discurre por la parte más humanizada del macizo. Atravesamos
algunas majadas situadas en zona de pastizales, como las de Vega la Piedra o la
Rondiella, en donde los desniveles son llevaderos. El contraste entre la masa
calcárea que se eleva, como telón de fondo, frente a los verdes pastizales que
enmarcan el camino de subida, impresiona.
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Jou de los Asturianos |
El
refugio de Vegarredonda se oculta en una pequeña depresión situada en la base de
un profundo valle glaciar excavado entre Los Argaos y el Porru Bolu. No muy
alejado de este aún permanece en pie el viejo refugio en el que tantas veces
pernocté. Me divierte recordar como los pequeños ratones de campo que en él
habitaban se colocaban a nuestros pies cuando nos disponíamos a comer esperando
algunas migajas de pan. Se convirtieron, por derecho propio, en auténticas
mascotas del viejo refugio.
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Jou de los Asturianos |
A
partir de este punto se inicia la Llampa Cimera, el ascenso más pronunciado de todo el recorrido,
a excepción de la parte final en la subida a la propia Torre. El paso bajo el
Porru Bolu nos hace comprender lo acertado del nombre elegido para esta
singular cumbre. La masa calcárea que constituyen los Picos se manifiesta aquí
en toda su crudeza. Las paredes del Requexón, Porru Llagu y otras nos cierran
la visión por poniente cuando giramos en busca del collado de La Fragua (1.820
m). Se abre éste entre Los Argaos y el Porru l´Altiquera.
Continuamos
por debajo de la cumbre nominada en recuerdo del gran montañero y divulgador de
las excelencias de la montaña asturiana, J. Ramón Lueje. Se abre el panorama
por el mar de caliza que constituyen Las Barrastrosas, un descanso tras la
empinada subida anterior. En recuerdo del vivac que hicimos en esta zona, antes
del ascenso a Peña Santa de Castilla, hace ya 37 años, hacemos una parada para
reponer fuerzas. La efectuamos bajo la Torre de Santa María de Enol, muy
próximos al campamento que desde hace años instalan los inquebrantables
espeleólogos polacos.
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Torre de los Traviesos |
En
la entrada al Jou de los Asturianos la imagen de Peña Santa de Castilla se
enmarca por encima de la boca del Jou Santu. Es final del verano y numerosos
neveros aún resisten, en las zonas más sombrías, el calentamiento estacional y
hasta el global. Nos entretenemos un rato buscando el lugar en el que arranca
el camino que nos tiene que elevar por encima del Jou Canal Parda.
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Subida a los Traviesos |
Esquivaremos
éste, flanqueándolo por las llambrías que lo cierran por el norte. Las simas y
depresiones abundan en la zona por lo que es importante no despistarse de los jitos
que irán marcando nuestro rumbo. Navegamos por un océano de caliza antes de
situarnos en la base de la piramidal cumbre que nos aguarda. A distancia la
subida parece complicada pero una vez metidos en faena nos va resultando más
sencillo de lo esperado. Algunos canalizos nos elevan hasta alcanzar la amplia
ante-cumbre que se abre en el centro de la cresta cimera.
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Torre de Sta. María desde los Traviesos |
La
Torre sigue impresionándonos como si la alcanzáramos por primera vez. Mucha
gente olvida estas dos cimas, la de los Traviesos y la Canal Parda, buscando
otras significativas conquistas, como las de Sta. María de Enol o la propia
Peña Santa de Castilla. Grave error. La visión sobrecoge. Todas estas grandes
cumbres se levantan muy próximas a nuestro privilegiado mirador. Un poco más
alejadas, separadas por la depresión del Cares se levantan las del macizo central con
el Torrecerredo y Los Cabrones destacando por encima de las demás.
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Macizo central desde los Traviesos |
La
vieja visión de los Picos, la que en su día constituyó una auténtica revelación
para mí, renace nuevamente. Creo que la imagen del Jou Santu y sus cumbres
seguirá siendo mi recuerdo imborrable de este mundo.
AUTOR
DE TEXTO JOSÉ RAMÓN FDEZ.-TRESGUERRES; DE LAS FOTOS JOSÉ RAMÓN
FDEZ.-TRESGUERRES Y S. RECIO
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