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Parques eólicos


POR JOSÉ RAMÓN FDEZ.-TRESGUERRES

Símbolo antinuclear
Los parques eólicos, entendiendo por tales la agrupación de aerogeneradores, han proliferado en España en los últimos años de forma exponencial. Los que fuimos jóvenes en los años 70 del siglo pasado, la crisis del petróleo nos posicionó frente a las energías basadas en los combustibles fósiles y en especial contra la energía nuclear. Apostábamos, entonces, por energías limpias y renovables como la eólica o la solar. Pero el desarrollo de todas ellas ha traído algunos problemas que entonces no llegábamos a vislumbrar.

Puerto del Palo en Allande
La energía hidráulica tiene una gran tradición en nuestro país. Empezó con fuerza su andadura a partir de la década de los años 20 del siglo pasado. Alcanzó su máxima expansión durante el franquismo. Muchos fueron los pantanos que se inauguraron durante aquel período. En la Cordillera cantábrica vivimos algunos de sus últimos coletazos con la triste desaparición del antiguo pueblo de Riaño, en León, bajo las aguas del pantano. De vez en cuando todavía suenan algunos proyectos de entonces que se intentan resucitar. Así ocurre con el famoso embalse de Caleao, en el Parque Natural de Redes, en Asturias.

Sierra de Carondio en Allande
La energía es cada vez más imprescindible en una sociedad que se considera desarrollada. La relación entre desarrollo y energía es proporcional. ¿Pero cuánto estamos dispuestos a pagar para conseguirla? ¿Aceptaremos de nuevo el viejo debate sobre las nucleares? Yo al menos no. Serán resabios del pasado, pero sigo frontalmente opuesto a que se nos intente vender otra vez los beneficios de tan nefanda energía. A los hechos me remito: Three Mile Island (Pensilvania, EE.UU.), Chernóbil (Bielorusia, antigua URSS), Fukushima (Japón)… No valen argumentos de la antigüedad de los reactores ni otras zarandajas. Ocurrieron en países desarrollados y con todas las medidas de seguridad que se podían esperar.
Sierra de Carondio en Allande

Mientras no existan alternativas posibles parece que no nos queda otra que seguir tirando de los combustibles fósiles (carbón o petróleo) o apostar por las renovables (geotérmica, biomasa, hidráulica, solar o eólica). Estas últimas aparentan estar en retroceso pues algunos partidos políticos, probablemente de manera interesada, intentan convencernos de su alto coste. Algunos, a pesar de los problemas que puedan generar, seguimos creyendo en ellas.

Cabañas de Virtus, Burgos
Hoy quiero centrarme, en especial, en una de esas energías limpias. La he visto crecer no sin cierto disgusto en algunos casos. Mi afición a la montaña me ha hecho tropezar, con frecuencia, con su imagen más representativa. Me estoy refiriendo a los mastodónticos molinos de viento que nada tienen que ver con los viejos, hermosos, simbólicos y antiguos molinos de viento que aún perviven en muchas regiones españolas. El deterioro de nuestros paisajes tradicionales debido a su presencia duele, en muchas ocasiones, de manera importante.

Cabañas de Virtus, Burgos
Un aerogenerador es un generador eléctrico movido por una turbina accionada por el viento. Por este motivo su instalación más lógica es colocarlos donde se supone que encontraremos más fácilmente la fuerza motriz que necesita. Suelen coincidir éstos lugares con zonas elevadas, en montañas libres de obstáculos, en las proximidades de la costa, cuando no se instalan sobre el mismo mar. Ahí tenemos ya el primer problema. Estos lugares, en donde los molinos se desarrollan a sus anchas, suelen ser, también, los más vulnerables a los impactos paisajísticos. Pero además existen otros problemas que paso a detallar.
Embalse del Ebro

El segundo, y no menos importante que el primero, se refiere al ruido que generan las aspas al rotar. Se trata de un ruido perfectamente audible en lugares habitados próximos a los parques eólicos. No parece justo que hagamos cargar con este grave problema, incluso de salud, a las personas que desde tiempo inmemorial llevan viviendo en esos tranquilos y silenciosos espacios.
La Palma

El tercer problema de los aerogeneradores lo sufren otros habitantes del medio natural en los que no solemos reparar con frecuencia, me refiero a las aves y en especial a las rapaces. La mayor parte de los accidentes se producen por choques contra las inmensas aspas.
Pico Urro, Asturias

Si a estos añadimos otro problema no menos importante como es el del coste de mantenimiento, parece que la cosa se complica. Los costes  se originan y se ven incrementados por la rotura frecuente de las aspas de los aerogeneradores o por los incendios provocados por fallos eléctricos del motor.

Valle del Narcea desde el Urro
Por todo lo aquí expuesto podría suponerse que he pasado a engrosar las filas de los detractores de la energía eólica. Nada más lejos de la realidad. Todo lo contrario, sigo siendo un fiel defensor de la misma. Como en todos los aspectos de nuestra vida el progreso se basa fundamentalmente en I+D. Investigación y desarrollo es lo que más necesitan las energías limpias y renovables.

Sierra de Peña Manteca desde el Urro
En los últimos años el avance en el diseño de nuevos paneles fotovoltáicos o la aparición de aerogeneradores sin aspas parece darnos la razón. Estos nuevos modelos producen la misma cantidad de energía que los actuales molinos de viento. Además, disminuyen los costes de producción, de mantenimiento y los perjuicios acústicos. Se reduce el impacto paisajístico y los daños a las aves. De manera indirecta, se reduce el consumo de agua que se emplea en la refrigeración de las centrales térmicas, con el consiguiente ahorro de agua que podemos destinar al consumo humano o a la agricultura. El futuro parece que va por ahí.
El Courío desde la Sierra de Begega

Villayón, Asturias
El viento, debido a su abundancia, debería convertirse en la principal fuente de energía del futuro inmediato. El viento circula noche y día algo que no sucede con el sol. Si además tenemos en cuenta que este tipo de energías reduce la emisión de carbono y por ello el calentamiento del planeta, no debería quedarnos ninguna duda. Debemos apostar, mal que les pese a algunos, por seguir aumentando la eficiencia de estos, ya no tan nuevos, sistemas energéticos.


AUTOR DE TEXTO Y FOTOS JOSÉ RAMÓN FDEZ.-TRESGUERRES


Hoces del Ebro y Rudrón


POR JOSÉ RAMÓN FDEZ.-TRESGUERRES


Panel de la ruta
Hoy incluyo una sencilla ruta, de longitud media, que no dejará indiferente a quién se anime a recorrerla. Seguiremos el curso del río Ebro entre las localidades burgalesas de Valdelateja y Orbaneja del Castillo. El Ebro, que he tenido la suerte de recorrer desde su nacimiento en Fontibre hasta su desembocadura en el delta de los Alfaques, fue el gran río en cuyas orillas se asentaron los antiguos pobladores de la península ibérica. Existe otra iberia, en la actual república de Georgia, entre los montes Ararat y Cáucaso, de la que parece procederían los Íberos hispánicos.

Cañón del Ebro en Valdelateja
En este tramo, el Ebro se encaja en las calizas y margas cretácicas de los páramos de La Lora y de Bricia hasta superar los 300 m de desnivel. Tras la declaración del Parque Natural de las Hoces del Alto Ebro y Rudrón la zona se encuentra protegida. El parque se constituyó en el año 2008 y abarca una superficie total de más de 46 mil ha pertenecientes a unos 9 municipios burgaleses. Su proclamación generó cierta polémica al considerar algunos colectivos que ésta era incompatible con la existencia de aerogeneradores en el territorio.

El interés del espacio natural radica en la flora y fauna que lo habita. Entre la flora destaca la vegetación de ribera, el bosque mediterráneo (encina y quejigo), junto a especies atlánticas como el haya. De su fauna resalto las diferentes rapaces, como el buitre, el alimoche o distintas variedades de águilas. Los vertebrados censados constatan la presencia de lobos, jabalíes o nutrias, entre otros.
Valdelateja
Valdelateja, nuestro punto de partida, está asentada en el valle de Sedano. Es, hoy, una bonita localidad que en los últimos años ha conocido un auge gracias a la recuperación de su caserío y al desarrollo del turismo rural. Situada a orillas del Rudrón, conserva un interesante puente de piedra, una pequeña iglesia y una ermita dedicada a Santa Centola, una de las más antiguas de la provincia. El santuario se encuentra sobre la peña de Castrosiero, en las inmediaciones del pueblo.

El Rudrón, afluente del Ebro, discurre a lo largo de 42 km entre Basconcillos del Tozo y Valdelateja, lugar de confluencia de ambos ríos. Parece que su nombre procedería de un hidrónimo de origen íbero-vasco Ur-on con significado de agua buena. Pero ya se sabe que para esto de los nombres siempre existen diversas explicaciones, algunas incluso más o menos peregrinas.
Cañón del Ebro

Cañón del Ebro
Cañón del Ebro
El primer tramo del recorrido lo hacemos remontando el río hasta el puente que cruza el Ebro en las proximidades de la central hidroeléctrica El Porvenir. Es éste uno de los tramos más visitados por los senderistas que frecuentan la comarca. Muchas personas se sirven de la bicicleta debido a lo largo del recorrido y por ser ciclable sin dificultad. Por lo general, se suele hacer en el sentido descendente del río, en dirección a Pesquera de Ebro. El cañón presenta importantes dimensiones entre ambas vertientes discurriendo a la par que el río que va trazando amplios meandros.
Buitrera

La vegetación, como ya he indicado, es básicamente mediterránea con encinas y quejigos que se elevan por las laderas hasta colonizar la mayor parte del desfiladero. Quedan desnudas sólo las franjas más verticales de la caliza. En las abundantes oquedades que la erosión ha ido labrando sobre las paredes, los buitres han establecido sus zonas de cría (buitreras). Es, por ello, recomendable cargar con prismáticos que nos permitan disfrutar de su presencia.
Puente sobre el Ebro

Atravesamos el Ebro por un puente de piedra y hormigón que nos cruza a la margen izquierda. El camino desde Valdelateja, algo más de 4 km, ha transcurrido, en su totalidad, por la orilla opuesta. Estamos en la central hidroeléctrica El Porvenir en donde nuestro camino retornará en el sentido contrario al que traíamos, en dirección a Orbaneja. También es posible alcanzar esta localidad por Pesquera de Ebro y Turzo (GR-99) pero el recorrido se alarga de forma considerable, algo más de 25 km.
Central hidroeléctrica El Porvenir

En la central el agua y el barro que se forma en sus inmediaciones nos regala con una profusión de mariposas que nos deja impresionados. Licénidos, ninfálidos, piéridos… todos compiten por atraer los objetivos fotográficos. Los odonátos son otra de las manifestaciones más numerosas de la fauna de la comarca. La ruta se encamina, ahora, hacia la ermita de Nuestra señora del Ebro, triste lugar en cuyas proximidades fallecieron una decena de personas al descender en barca por el canal que alimenta la central. Este curso de agua artificial fue construido en el año 1910 y el luctuoso suceso tuvo lugar durante la guerra civil española.
Limenitis reducta
Ninfa de los arroyos
Hembra de Calopteryx
Hembra de Calopteryx
La ermita aparece ya citada en un documento del año 1244. La mayor parte de la obra de la iglesia actual corresponde a los siglos XVII-XVIII. Desde la central a Nuestra Señora del Ebro hay un kilómetro, aproximadamente, y desde ésta quedan aún otros 5 km de recorrido hasta el pueblo de Quintanilla-Escalada. Desde este pueblo, pasando por Escalada y hasta Orbaneja del Castillo, nos restarán otros 6,5 km de recorrido, que invito a completar. En caso de desistir en algunas de las poblaciones por las que se pasa, considero obligado acercarse hasta el lugar que he establecido como final del recorrido, merece la pena. En Quintanilla cruzamos de nuevo a la margen derecha del río que ya no abandonaremos.
Escalada
Escalada
Orbaneja del Castillo
Orbaneja del Castillo
El total de la ruta entre Valdelateja y Orbaneja del Castillo ronda los 16 km. Se hacen cortos. En especial si os entretenéis, como nosotros, en cada recodo del camino. Vamos extasiados por la belleza del lugar y la abundancia de vida que nos sale continuamente al paso. Conviene, por ello, no despistarse si pretendéis llegar con las últimas luces a Orbaneja y disfrutar de su excepcional entorno. Acordaros de situar un vehículo en cada extremo de la ruta, pues hacer ida y vuelta resulta complicado; sobre todo si queremos ver todo el recorrido y disfrutar de esta singular población.
Orbaneja del Castillo

Orbaneja del Castillo, de origen medieval, está declarada Conjunto histórico. En su día albergó una población de origen árabe, cristiana y judía. Geográficamente está situada sobre una estructura tobácea atravesada por un pequeño arroyo que desde el pueblo se precipita en cascada hacia el Ebro. En su veloz descenso el agua ha creado diversas pozas al formarse pequeños cierres naturales con toba calcárea. La toba, roca muy porosa, se genera por la unión de carbonato cálcico, originado por la disolución de la caliza, con restos vegetales. Frente al pueblo destacan los famosos cortados de La Lora con caprichosas formas que, según comentarios, semejan el mapa de África o las cabezas de dos camellos besándose.
Orbaneja del Castillo
Orbaneja del Castillo

Si haces la ruta de las Hoces del Ebro y no visitas el pueblo de Orbaneja del Castillo estarás obligado a repetirla. El remordimiento de haber ignorado tan hermoso lugar no te dejará descansar en paz hasta que lo hagas. En sus callejas se rodó la película “El disputado voto del señor Cayo” basada en una obra de Miguel Delibes.
Orbaneja del Castillo

AUTOR DE TEXTO JOSÉ RAMÓN FDEZ.-TRESGUERRES Y FOTOS JOSÉ RAMÓN FDEZ.-TRESGUERRES Y O. MATA

Bosque del arroyo Candanoso en el Parque Natural Saja-Besaya


POR JOSÉ RAMÓN FDEZ.-TRESGUERRES

Mapa de situación
El Parque Natural Saja-Basaya, en Cantabria, fue declarado en el año 1988. Se sitúa entre las cuencas hidrográficas de los dos ríos que dan nombre al espacio protegido. Su origen parte de la Reserva Nacional de Caza Saja en la que aún está integrada. Fue creada, como reserva regional, en el año 1948, pasando posteriormente a nacional, siendo la más extensa de todo el estado. Su importancia deriva de la abundancia de especies cinegéticas entre las que destacan el venado, corzo, rebeco y jabalí junto con otras no cinegéticas como el lobo.

Mapa topográfico
La fácil ruta que aquí se propone discurre por el Valle de Cieza en la Comarca del Besaya. Por este territorio pasaba la antigua calzada romana que unía Herrera de Pisuerga (Pisoraca), en Palencia, con el puerto de Suances (Portus Blendium), en Cantabria. Desde la carretera Nacional (N-611), que comunica Cantabria con Palencia, poco después de atravesar la localidad de Los Corrales de Buelna, nos desviaremos hacia la población de Villayuso y Villasuso.

Después de Villasuso la carretera continúa casi otros 4 kilómetros más hasta alcanzar el área recreativa de Cieza. En ella existe una zona amplia de aparcamiento donde podemos estacionar nuestro vehículo. Cuenta con mesas y barbacoas siendo por ello un lugar relativamente frecuentado por los excursionistas. En las proximidades del valle de Cieza se puede disfrutar de una extensa red de senderos de pequeño recorrido que van desde el PR S110 al S114. Es zona, también, donde suele acudir la gente en la época de berrea, a finales del verano. 
Acanthosoma haemorrhoidale
Acanthosoma hemorrhoidale
Desde el aparcamiento podemos seguir el arroyo Candanoso en una ruta circular que nos introducirá por un extenso bosque caducifolio con abundancia de robledales y hayedos. Regresaremos al punto de partida después de alcanzar el Alto de Tordías  (968 m) tomando la pista que nos devolverá al punto de partida. También se puede regresar por el mismo itinerario de subida, desde el Alto, para no seguir toda la pista. El recorrido circular alcanza los 15 km de longitud.
Arroyo Candanoso

En el bosque es importante seguir los caminos más amplios pues no hay mucha señalización lo que puede acarrear algún despiste y perdernos. Nada más aparcar ya disfrutamos de la infinidad de vida que el bosque nos concederá a lo largo de todo el recorrido. El aparcamiento se encuentra bordeado de majuelos o espino albar (Crataegus monogyna) en los que durante el verano es fácil ver al chinche Acanthosoma haemorrhoidale que se alimenta de las yemas y bayas de estos árboles. Este Acanthosoma también se puede nutrir de otras caducifolias como el avellano.
Limenitis reducta

Limenitis reducta
Limenitis reducta
El nombre de Candanoso podría derivar de la palabra latina Candidus, de color blanco. Puede proceder de una segunda acepción relacionada con el adjetivo candeal, de buena calidad. Pero el significado más probable lo aporta el diccionario de la Real Academia de la Lengua Española que señala a cándano o cándalo como el palo seco.

En todo el recorrido por el bosque, si prestamos la debida atención, observaremos otros muchos insectos, setas y plantas. El río ha excavado amplias graderías que la gente suele aprovechar para el baño. Visto el resultado de la excursión, de la que todos salimos cubiertos de garrapatas, recomiendo quitarse el mínimo de ropa, incluso aunque el calor resulte sofocante.
La que suele frecuentar el arroyo, con cierta asiduidad, es la ninfa de los arroyos (Limenitis reducta). Ninfálido de cierta envergadura, mayor la hembra que el macho, que difícilmente nos pasará desapercibido por su tranquilo vuelo, como si estuviera planeando. Esta especie habita los bosques de ribera entre los meses de julio y agosto.
Grillo de bosque

Sapo

Nos encontramos a lo largo del recorrido otros muchos lepidópteros pero también otros insectos como el grillo del bosque (Nemobius sylvestris) y algún anfibio, principalmente pequeños sapos. El grillo de bosque tiene las alas muy cortas, lo que le impide volar, y un par de apéndices velludos al final del cuerpo que le sirven para detectar la presencia de otros animales. Tiene actividad tanto diurna como nocturna.

El arroyo nos irá descubriendo pequeños saltos de agua que le dan al bosque una belleza singular. Algún tramo presenta restos de empedrado de lo que pudo ser una antigua calzada. También veremos algún lugar en donde el fuego, desgraciadamente, ha dejado su huella. Amplios claros en los que actualmente el helecho ha ido colonizando el suelo degradado.

Tramos del bosque del Arroyo Candanoso
Los vendavales y las tormentas muestran rastro de su paso y han derribado algunos de los mejores ejemplares del bosque. En las zonas aclaradas las vacas tudancas pastan a sus anchas. La tudanca era originaria de la zona occidental cántabra aunque en la actualidad se ha extendido por toda la región. En su color grisáceo destaca la franja blanca del lomo y del morro. Los cuernos, largos y abiertos, están ligeramente torcidos y son de color blanco en la base y tiznadas las puntas.

Vaca tudanca

El camino se empina para poder alcanzar el Alto de Tordías. En la vegetación además del roble, el haya o los acebos observamos numerosos yesqueros, hongos que eran utilizados desde tiempo inmemorial como yesca para encender el fuego, de ahí su nombre. Además de estos nos tropezamos con el boletus rojo (Boletus erythropus) y la bonita flor de la sanalotodo (Hypericum androsaemum). Esta última se desarrolla en las zonas umbrías y frescas del bosque. Las infusiones se realizan con la flor pero sus propiedades medicinales no están claramente definidas.
Boletus erythropus

Hypericum androsaemum

Las excursiones por bosque siempre me producen un placer difícil de igualar. Si este bosque lo forman especies atlánticas caducifolias de gran envergadura y además se localiza en la atractiva comunidad de Cantabria, la cosa se convierte en doblemente gratificante.
     

AUTOR DE TEXTO JOSÉ RAMÓN FDEZ.-TRESGUERRES; FOTOS JOSÉ RAMÓN Y ANA ISABEL FDEZ.-TRESGUERRES


La Rasa de la Inagotable


POR JOSÉ RAMÓN FDEZ.-TRESGUERRES

Central desde Escarandi
El central desde Escarandi
La Rasa de la Inagotable es una destacada cumbre del Macizo Oriental de los Picos de Europa. Situada en la Comunidad Cántabra, está muy próxima al límite con Asturias. Alcanza los 2.281 m y su nombre deriva de su disposición topográfica con una gran superficie aplanada en su parte cimera y por ser vecina de la mina denominada La Inagotable. Todo el Macizo Oriental fue base de una intensa actividad minera a lo largo del siglo XIX y parte del XX lo que ha dejado una huella indeleble en el paisaje.

Subida al refugio de Ándara
Subida al refugio de Ándara
La mejor forma de acceder a su cumbre es llegar al punto de inicio de la ruta por la carretera que desde Arenas de Cabrales asciende hasta Sotres y el Jito de Escarandi. En este lugar, situado a medio camino entre la localidad cabraliega de Sotres y la cántabra de Tresviso, encontraremos un amplio aparcamiento donde dejar nuestro vehículo. Desde el estacionamiento contemplamos una ancha panorámica del Macizo central de los Picos y del camino que a través del oriental nos llevará a nuestro destino.
Llegada al refugio de Ándara
Llegada al refugio de Ándara
Partimos hacia el casetón de Ándara siguiendo la pista que daba servicio a las minas de Mazarrasa. Actualmente el casetón sirve como refugio montañero. La pista no se hace larga pues la vista del imponente Macondíu y otras cumbres de su entorno nos distraen el camino. En las proximidades del refugio se conservan algunas huellas del pasado minero. El desarrollo de esta actividad se debió, en gran medida, al ingeniero de minas santanderino Don Benigno Arce Villegas.
Subida al Collado el Mojón

En el refugio habremos salvado ya una parte importante del desnivel previsto que se aproximará, al final de la jornada, a los 1.000 m de ascensión. Desde los 1.301 m del aparcamiento llegamos a los 1.710 del casetón. A partir de aquí nos queda todavía un duro y continuado ascenso siguiendo la ruta que nos conducirá al Collado el Mojón y que se prolonga después hacia la Pica del Jierru.
Camino del Collado el Mojón

En el collado situado sobre el refugio, los restos de la vieja pista se bifurcan; un ramal se dirige hacia el collado de Valdominguero y el otro hacia el citado Collado el Mojón. Muy próximas a este lugar se localizan las antiguas minas de Mazarrasa y la inscripción labrada en la caliza en recuerdo de la visita de Alfonso XII a la zona. Dejamos la búsqueda de tan singular epígrafe para el regreso.
Subida a la Rasa

La vista del mar y la Sierra del Cuera va quedando a nuestras espaldas. Al frente la monumental arista del Grajal, con su peculiar Castillo del Grajal, y el conjunto de cumbres que van desde Valdominguero a morir al Cueto Tejao y el Pico Deboru. Estamos metidos en el clásico caos de caliza que caracteriza las altas cumbres de Picos. Sin embargo el camino se hace cómodo gracias a la bien trazada pista que nos lleva por debajo del Castillo del Grajal hacia el Mojón.

Nuestra curiosidad por ver como se encuentra el camino hacia la Morra de Lechugales y la Pica del Jierro nos conduce hasta el arranque de la empinada Canal de las Arredondas. El hielo se acumula en su cabecera y la verticalidad de la canal parece no animar a cruzar el amplio espacio que aún nos queda hasta el Hoyo del Evangelista. La abrupta senda que desciende por Las Arredondas es paso a las verdes tierras lebaniegas, hacia los pueblos de Brez y Tanarrio.

Conformarse con la Rasa no es hacerlo con poco, pues aunque la subida no entraña dificultad alguna, la vista que se disfruta desde su cumbre merece la pena. En el collado comeremos y seguiremos poco después hacia la holgada cúspide. El día despejado nos permite examinar uno a uno todos los picos del oriental y el central en donde alcanzamos a distinguir sus cimas más relevantes: El Torrecerredo, Los Cabrones, el Urriellu…
Cumbre de La Rasa

En primer plano a derecha e izquierda las crestas del oriental. Por el oeste la Morra de Lechugales, la más alta del Macizo (2.441 m), con su corte de la Pica del Jierro y el Pico Cortés. Por el oeste las del Samelar, Sagrado Corazón y la Junciana. Todo el sur lo cierran las montañas de la Cordillera con el macizo de Fuentes Carrionas y el Curiscao, destacado mirador de los Picos. Se elevan sobre el valle de la Liébana cubierto por un espeso manto verde.
Valle de Liébana
Valle de Liébana desde La Rasa

Cuera desde La Rasa

Nos cuesta abandonar La Rasa de la Inagotable, pero el deseo de encontrar la inscripción real nos obliga a hacerlo con tiempo suficiente ya que presuponemos una búsqueda incierta. Contar con el conocimiento previo que tiene Santiago Recio de su localización aproximada, nos facilita la labor.

La inscripción es de grandes dimensiones. Su posición, sobre una llambría muy vertical, dificulta verla y fotografiarla. Fue realizada con motivo de la cacería real que tuvo lugar en el mes de septiembre del año 1881. En ella podemos leer la siguiente inscripción:

S.M
 El Rey de España
Don Alfonso XII
Y su hermana la Infanta
Doña María Isabel
Visitaron estos parages
Y pernoctaron en estas mismas alturas
El día
14 de septiembre de 1881
“La Providencia”
Sociedad Minera


Desnivel aprox.:   980 m
Tiempo aprox. ida: 2 h 50 m.

AUTOR DE TEXTO Y FOTOS JOSÉ RAMÓN FDEZ.-TRESGUERRES