POR
JOSÉ RAMÓN FDEZ.-TRESGUERRES
El
Parque Natural Saja-Basaya, en Cantabria, fue declarado en el año 1988. Se
sitúa entre las cuencas hidrográficas de los dos ríos que dan nombre al espacio
protegido. Su origen parte de la Reserva Nacional de Caza Saja en la que aún
está integrada. Fue creada, como reserva regional, en el año 1948,
pasando posteriormente a nacional, siendo la más extensa de todo el estado. Su
importancia deriva de la abundancia de especies cinegéticas entre las que
destacan el venado, corzo, rebeco y jabalí junto con otras no
cinegéticas como el lobo.
La
fácil ruta que aquí se propone discurre por el Valle de Cieza en la Comarca del
Besaya. Por este territorio pasaba la antigua calzada romana que unía Herrera
de Pisuerga (Pisoraca), en Palencia, con el puerto de Suances (Portus Blendium),
en Cantabria. Desde la carretera Nacional (N-611), que comunica Cantabria con
Palencia, poco después de atravesar la localidad de Los Corrales de Buelna, nos
desviaremos hacia la población de Villayuso y Villasuso.
Después
de Villasuso la carretera continúa casi otros 4 kilómetros más hasta alcanzar
el área recreativa de Cieza. En ella existe una zona amplia de
aparcamiento donde podemos estacionar nuestro vehículo. Cuenta con mesas y
barbacoas siendo por ello un lugar relativamente frecuentado por los
excursionistas. En las proximidades del valle de Cieza se puede disfrutar de
una extensa red de senderos de pequeño recorrido que van desde el PR S110 al
S114. Es zona, también, donde suele acudir la gente en la época de berrea, a finales del verano.
Acanthosoma hemorrhoidale |
En
el bosque es importante seguir los caminos más amplios pues no hay mucha
señalización lo que puede acarrear algún despiste y perdernos. Nada más aparcar
ya disfrutamos de la infinidad de vida que el bosque nos concederá a lo largo de
todo el recorrido. El aparcamiento se encuentra bordeado de majuelos o espino
albar (Crataegus monogyna) en los que durante el verano es fácil ver al chinche Acanthosoma haemorrhoidale que se alimenta de las yemas y bayas de estos árboles.
Este Acanthosoma también se puede nutrir de otras caducifolias como el avellano.
Limenitis reducta |
En todo el recorrido por el bosque, si prestamos la debida atención, observaremos otros muchos insectos, setas y plantas. El río ha excavado amplias graderías que la gente suele aprovechar para el baño. Visto el resultado de la excursión, de la que todos salimos cubiertos de garrapatas, recomiendo quitarse el mínimo de ropa, incluso aunque el calor resulte sofocante.
La
que suele frecuentar el arroyo, con cierta asiduidad, es la ninfa de los
arroyos (Limenitis reducta). Ninfálido de cierta envergadura, mayor la hembra
que el macho, que difícilmente nos pasará desapercibido por su tranquilo vuelo,
como si estuviera planeando. Esta especie habita los bosques de ribera entre
los meses de julio y agosto.
Nos
encontramos a lo largo del recorrido otros muchos lepidópteros pero también
otros insectos como el grillo del bosque (Nemobius sylvestris) y algún anfibio,
principalmente pequeños sapos. El grillo de bosque tiene las alas muy cortas,
lo que le impide volar, y un par de apéndices velludos al final del cuerpo que
le sirven para detectar la presencia de otros animales. Tiene actividad tanto
diurna como nocturna.
El
arroyo nos irá descubriendo pequeños saltos de agua que le dan al bosque una
belleza singular. Algún tramo presenta restos de empedrado de lo que pudo ser
una antigua calzada. También veremos algún lugar en donde el fuego,
desgraciadamente, ha dejado su huella. Amplios claros en los que actualmente el
helecho ha ido colonizando el suelo degradado.
Tramos del bosque del Arroyo Candanoso |
El camino se empina para poder alcanzar el Alto de Tordías. En la vegetación además del roble, el haya o los acebos observamos numerosos yesqueros, hongos que eran utilizados desde tiempo inmemorial como yesca para encender el fuego, de ahí su nombre. Además de estos nos tropezamos con el boletus rojo (Boletus erythropus) y la bonita flor de la sanalotodo (Hypericum androsaemum). Esta última se desarrolla en las zonas umbrías y frescas del bosque. Las infusiones se realizan con la flor pero sus propiedades medicinales no están claramente definidas.
Las
excursiones por bosque siempre me producen un placer difícil de igualar. Si este
bosque lo forman especies atlánticas caducifolias de gran envergadura y además se
localiza en la atractiva comunidad de Cantabria, la cosa se convierte en
doblemente gratificante.
AUTOR
DE TEXTO JOSÉ RAMÓN FDEZ.-TRESGUERRES; FOTOS JOSÉ RAMÓN Y ANA ISABEL FDEZ.-TRESGUERRES
No hay comentarios:
Publicar un comentario