Aramo Excursiones: Pico Campu Faya

POR JOSÉ RAMÓN FDEZ.-TRESGUERRES

El pico Campu Faya, en el entorno de la Vega de Socellares, es poco visitado por ser cumbre secundaria. La mayor parte de los que acuden a este sector del Macizo de Ubiña se dirigen a los Huertos del Diablo (norte y sur) dejando de lado las elevaciones que cierran la vega por el flanco noreste. En sus proximidades el pico más concurrido es Sobre el Tambarón que supera los 2.000 metros de altitud. El Campu Faya, por sus 1.942 metros y las soberbias vistas sobre los Puertos de Agüeria y las montañas que allí se levantan, no debería pasarnos tan desapercibido. Una excursión, a ser posible con nieve, es una buena opción si ya hemos visitado las otras cimas reseñadas. También es interesante como iniciación a la montaña o como reconocimiento de un paraje escasamente concurrido.

Pico Ferreirúa desde la pista a Trobaniello

Peña Saleras desde La Expriecha

La distancia, saliendo del alto del Puerto de Ventana, ida y vuelta, no llega a los 12 kilómetros. El desnivel de ascenso son algo más de 400 metros. Aunque no es excesivo, debo advertir que la mayor parte de la subida se acumula en los últimos kilómetros de la ruta. Previa a la parte dura tenemos que recorrer una larga y suave pista que se dirige hacia la ermita de Trobaniello. Desde el inicio se contempla una buena panorámica del Ferreirúa y al abandonar la pista, en La Expriecha, al afrontar el repecho de Cuesta Agria, hay otra bonita vista de Peña Saleras.

Cueñas Albas

Cuesta Agria hay que procurar hacerla por la estrecha senda que aún se mantiene despejada. Supongo que por corto tiempo, a juzgar por cómo crecen las matas de brezo por toda la ladera. Tras franquear un significativo crestón de conglomerados, característico de la geología de las Cuencas Carboníferas asturianas, se alcanza el boquete de Cueñas Albas. Desde allí ya se pueden divisar la mayor parte de las cimas más sobresalientes de la Vega de Socellares.

Lago Socellares

Las fechas nos permiten ver el lago que se forma al norte de la vega y que en verano desaparece. Se encuentra bastante disminuido y disimulado por el hielo y la nieve. Es preciso rodearlo para poder encaminarse hacia el valle que asciende al Campu Faya, El Buracu y Sobre el Tambarón. Para rodear el lago optamos por la orilla septentrional, la que da más facilidades y mayor rapidez en la aproximación a la base de nuestro objetivo. Las huellas de un cánido (¿lobo?) sobre la nieve helada y los restos, probablemente de un zorro, nos hacen suponer el drama que allí tuvo lugar hace escaso tiempo.

Subida al Campu Faya

El valle que asciende al Campu Faya es algo caótico, con depresiones y muros calcáreos que exigen seguir con cierta prudencia el camino poco reconocible. Al final optamos por ir acercándonos hacia la cresta norte, la que nos deposita con facilidad sobre la cumbre. Para el descenso escogeremos otra ruta que se abre más al centro del valle. Parte desde la Muesca del Buracu, situada entre el Campu Faya y el pico Sobre el Tambarón. La nieve helada nos facilitará la bajada.

Cumbre del Campu Faya

La cumbre del Campu Faya es un excepcional balcón con vista circular de todo el entorno. Sólo la cercana cresta de Sobre el Tambarón nos cierra la perspectiva sobre los Huertos del Diablo y Los Fontanes. En la distancia se divisan el Siegalavá, Tapinón y Fariñentu. Más próxima a nosotros, separada tan sólo por la gran depresión de Lingleo, la cumbre de Peña Rueda. Al final del valle se distinguen los pueblos quirosanos de Ricabo y Bueida y la Sierra del Aramo. Mucho más alejados, los Picos de Europa aparecen velados por la nieve.

Peña Rueda y Puertos de Agüeria desde la cumbre

Picos de Europa y Peña Rueda desde Campu Faya

Por el oeste, tras el Ferreirúa, se levanta lo más relevante de las montañas somedanas. Salvo la pequeña variante que hacemos al descenso, el resto del camino discurre por el mismo recorrido de la subida. Si la pista se nos atraganta siempre es posible, si el tiempo lo permite, dirigirse al extremo sur de la Vega de Socellares y hacer un recorrido circular. Le añade mayor interés y diversidad. Por ese itinerario, el tramo final discurre por los desmontes legados por las explotaciones mineras de Ventana, lo que puede dejarnos algo bajos de moral.

Sobre el Tambarón

Descenso del Campu Faya

Si lo hacemos con abundante nieve el desaguisado medioambiental allí perpetrado se disimula un poco. Por lo general, el Puerto de Ventana y su contorno siempre proporcionan buenos recuerdos al caminante. Los bosques, los arroyos, las diversas brañas, la abundante fauna y flora contribuyen a satisfacer al espíritu más exigente. Si aún no lo conoces no esperes más para hacerlo. Cada año el número de visitantes aumenta y no es lo mismo disfrutar esos hermosos paisajes en soledad que apreciarlos congestionados y masificados.