POR JOSÉ
RAMÓN FDEZ.-TRESGUERRES
Esta ruta al Picu el Paisano, en el Naranco, coincide en parte con la
señalizada por la Federación de Montaña como PR-AS-239. No se ajusta en su
totalidad con ese pequeño recorrido ya que aquel continúa hasta Puente Cayés, tramo
que aquí no se incluye. Inicio la marcha en Puente Gallegos, hito del Camino de
Santiago Primitivo, para finalizarlo en el punto más alto de la Sierra del
Naranco. Debido al sentido adoptado se trata de un itinerario ascendente en su
totalidad ya que partimos de los 104 m hasta los 637 m de altitud finales. La
distancia a recorrer es de 11 km salvando un desnivel de 533 m con
un porcentaje medio cercano al 5 por ciento.
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Canto del Rebollal |
El Naranco
es una sierra desconocida, incluso para los mismos habitantes de la capital
asturiana. Todo ello a pesar de la difusión que el ciclismo le proporcionó al
ser elegida, en muchas ocasiones, como final de etapa de la Vuelta a España.
Fuera de Asturias la siguen confundiendo con el Naranjo de Bulnes. En
Asturias, y en Oviedo en particular, se la sigue relegando a lugar de usos
alternativos pero no, como debería de ser, un espacio de ocio y esparcimiento para
los vecinos y visitantes de la ciudad. Después de variopintos y fantasiosos
proyectos políticos, el Naranco sigue acosado por canteras, chalés, dejadez, y olvido.
El Plan Especial, que en su día se aprobó para propiciar su conservación, sigue
durmiendo el sueño de los justos. Salvo algún parche específico no hay mucho interés, por parte de los políticos locales, para desarrollarlo en
plenitud.
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De Las Llanas al Campo Cimero |
El
recorrido que vamos a emprender de forma virtual nos descubre un Naranco inédito
para la mayoría de las personas que viven a su amparo. Se trata del Naranco de
los vestigios de la guerra civil y el del comercio de la nieve, actividad
económica desaparecida en la década de los años 40 del siglo pasado. De puente
Gallegos, límite de los concejos de Oviedo y Las Regueras, ya he hablado, en su
momento, en la entrada correspondiente al Camino de Santiago, tramo
Oviedo-Escamplero. Por ello no me volveré a repetir y os remito a la citada
entrada si queréis conocer algo más.
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Cruce a Brañes |
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Cruce en El Violeo |
Junto al
mismo puente hay un exiguo lugar donde podemos dejar nuestro vehículo. Poco más
allá, siguiendo ya la ruta marcada para senderistas y ciclistas, también
podemos hacerlo después de las casas de Rodiella. Durante algo más de un
kilómetro, hasta un área de descanso con mesas y fuente, todavía está permitido
el automóvil. Hay que ir con cuidado por ser itinerario estrecho y compartido
por todos. Os recomiendo, de todas formas, que si podéis hacerlo prescindáis
del vehículo particular y uséis el transporte público hasta el punto de partida.
Hay dos razones fundamentales para ello: primero evitar tener que volver a
buscar nuestro vehículo y en segundo
lugar conjurar los problemas para aparcar; puede ser que no encontremos
estacionamiento con facilidad.
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Lloriana desde el camino a La Contriz |
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Víbora en el Naranco |
A partir de
esta zona de descanso comienza uno de los tramos más bonitos del recorrido.
Continúa pegado al río Nora, en sentido ascendente, por su margen izquierda. Un
espeso bosque, en su mayoría robles y vegetación de ribera, nos acompañará
durante un buen trecho.
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Depresión cárstica con el Gorfolí de fondo |
En primavera, los gamones (Asphodelus albus) cubren con
profusión el sotobosque. La ruta, antes de comenzar a empinarse, discurre por un
continuo sube y baja de andar fácil, sin esfuerzo. El río permanece oculto a
nuestra vista durante todo el itinerario debido a la espesura del bosque. Si
queremos verlo debemos desviarnos por alguna de las pocas sendas que se abren
paso entre la arboleda. La subida se inicia poco después de un desvío que a
mano izquierda se dirige al pueblo de Brañes. Debemos seguir el ramal principal,
a ratos hormigonado o sobre tierra descarnada, a cuyos márgenes crecen los
eucaliptos mezclados con la vegetación original.
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Cruce a Ladines |
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Atajo hacia El Pevidal |
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Atajo hacia El Pevidal |
Llegamos al
Canto del Rebollal donde se contempla una imagen poco conocida del
entorno de Oviedo y de la Sierra del Aramo y el Monsacro. Por el noreste la
sierra de Llubrió, que se despliega en sentido norte-sur, cierra la visión del Naranco hacia donde nos dirigimos. Dejamos atrás
la única casería que encontraremos en el camino desde Rodiella, es la zona
conocida como Las Llanas. Desde allí la panorámica se amplía aún más con vistas
por el oeste hacia los pueblos y montes de Las Regueras. De Las Llanas al Campo
Cimero volvemos a encontrarnos con el bosque. Lo forman ejemplares de roble y
abedules de considerable porte.
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Bunker camino de El Pevidal |
Al borde de
la pista se encuentran algunos bunker de la guerra civil. Su aspecto y
significado le dan un tinte sombrío al recorrido. Son vestigios de una etapa de
nuestro pasado difícil de olvidar. Algunos metros más allá vuelve a aparecer
otro en el interior de una finca particular, apenas visible por el cierre
vegetal que contornea la propiedad. La pista se convierte en carretera en el
cruce que desciende hacia la localidad de Brañes y que se dirige hacia Oviedo
por El Violeo. Es apenas un kilómetro escaso lo que deberemos recorrer por ese
tramo asfaltado. Una línea pintada en el suelo separa el escaso tráfico de peatones y ciclistas.
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Gijón desde El Naranco |
En el alto
de El Violeo se nos presenta nuevamente una hermosa imagen de las estribaciones
meridionales de la Sierra del Naranco. Abajo se distingue perfectamente la
iglesia de Lloriana y a una cierta distancia nuestro lugar de partida, el
pueblo de Gallegos. Un poco más alejado se encuentra el Alto del Escamplero. El
día despejado permite ver la sierra de la Curiscada cerrando la vista por el
suroccidente. El camino remonta suavemente las estribaciones orientales del
Naranco. Los árboles menudean. Domina la vegetación arbustiva, argomales y
helechales. Un ecosistema perfecto para una variada y rica fauna. Fotografiamos
diferentes mariposas, la vulcano (Vanessa atalanta) una de las más llamativas, una víbora y
diversas tarabillas o cagaestaques, como se las denomina en asturiano.
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Pozo de la nieve |
La amplia
pista sigue en un continuo sube y baja. Es posible evitar el amplio rodeo que
da cogiendo un atajo señalizado que se abre a nuestra derecha, en la zona de
descenso más acusado, poco antes del desvío que baja hacia Ladines. Bordea ese
atajo el Alto de la Rasa, en el que un repetidor de telefonía nos servirá de
orientación. Nosotros, en esta ocasión, optamos por continuar por la pista, disfrutando
del recorrido y admirando la amplia franja costera que se extiende desde el
Cabu Peñas hasta Gijón. De esta forma podemos, además, ver y fotografiar los
otros bunker que se mantienen en pie al borde del camino.
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De El Pevidal al Picu el Paisano |
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Pozo de la nieve |
Al oeste
dejamos una amplia depresión cárstica que en la lejanía se cierra con la imagen
del pico Gorfolí del que sobresalen sus elevadas antenas. Después de La
Contriz, en el Pevidal, hay una pequeña indicación que nos llevará hasta un par
de pozos de la nieve que aún malviven sin señalización ni valla que los proteja
ni a ellos ni al esporádico visitante. Hay otro par de pozos algo más allá,
muy cerca del final del recorrido, a la vista del Sagrado Corazón que preside
el Picu el Paisano. Estos dos últimos se encuentran en situación
semejante a los anteriores. Un pequeño cartel nos pone sobre aviso de su
presencia.
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Sagrado Corazón en el Naranco |
Desde el
Alto del Naranco se puede descender por un ancho sendero que lleva hasta la
Fuente de los Pastores y la iglesia de San Miguel de Lillo. En sus
inmediaciones podemos disfrutar de la vista de Oviedo desde las sidrerías que
hay al borde de la carretera. Allí, si el cansancio nos impide continuar
camino, se puede coger el autobús que nos llevará de vuelta a casa tras una
agradable gira por buena parte de la maltratada sierra del Naranco.
AUTOR DEL
TEXTO JOSÉ RAMÓN FDEZ.-TRESGUERRES. DE LAS FOTOS JOSÉ RAMÓN Y ANA I.
FDEZ.-TRESGUERRES Y O. MATA
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