POR
JOSÉ RAMÓN FDEZ.-TRESGUERRES
La
ruta del bosque de Valgrande es practicable la mayor parte del año. Sólo durante
las grandes nevadas del invierno podemos tener alguna dificultad para llevarla
a cabo por la altitud a la que discurre. Personalmente os recomiendo hacerla en el otoño, cuando el bosque adquiere
sus tonalidades más variadas, lo que le da una belleza plástica inigualable.
El
itinerario aprovecha la pista abierta para la construcción del túnel del Negrón, en la autopista
del Huerna. Se inicia
en la proximidad del pueblo de Pajares, un kilómetro más arriba de éste. La
Raya, como tradicionalmente se conocía al puerto de Pajares, se
encuentra muy cerca del punto de partida de nuestra ruta. Por este lugar
estratégico discurría el camino histórico que comunicaba las tierras
leonesas del Alto Bernesga con las asturianas de Lena. La carretera se abrió en
el año 1836 fruto de la perseverancia de sus promotores:
Jovellanos y Campomanes.
A
la salida del pueblo se encuentra El Portazgo, lugar establecido para el pago
de impuestos sobre el tráfico de mercancías que por aquí circulaban. El viejo
edificio aún se conserva. Pajares fue, de siempre, lugar de abundantes
alberguerías que daban cobijo a los muchos caminantes y arrieros que
transitaban por la antigua calzada. Del pueblo de Pajares procedía la familia
de Ramón Menéndez Pidal.
Salimos
del Ruchu, a 1.088 m de altitud, donde examinamos una amplia perspectiva
de lo que va a ser el recorrido. Vemos al fondo la autopista discurriendo al
pie de la cumbre del Negrón. El monte o bosque de Valgrande está conformado por diversas especies entre las que destaca el hayedo, el acebal, el
robledal y el abedular. La máxima altitud a la que asciende el bosque son los
1.450 m. Su límite superior lo establece el Brañillín, braña en la que en 1954 se instaló la pionera de las estaciones de esquí en España.
Por
abajo el bosque llega hasta las inmediaciones del pueblo de San Miguel del Río, que también se puede utilizar como punto de partida. Si así lo hacemos hay que tener en cuenta que desde allí incrementaremos la dificultad del recorrido. El itinerario que aquí se propone tiene 10,5 km de
longitud que debemos hacer en ambos sentidos al tener que dejar nuestro vehículo en
El Ruchu.
El
camino va perdiendo altura progresivamente, circunstancia a tener en cuenta ya que al regreso lo haremos en sentido ascendente y con un montón de
kilómetros acumulados en nuestras piernas. En el bosque se disfruta de la frondosa vegetación y con un poco de suerte y atención,
también de una abundante fauna. De su existencia queda reflejo en la
toponimia con nombres tan sugestivos como El Fabar del Oso o La Pena las
Garayas. Otros topónimos no menos llamativos son los de El Acebal de los
Cuadros, Carba Formosa o la Chomba l´Ayalga, lugares por los que tendremos que
atravesar.
El
primer cauce fluvial que nos encontramos en el camino es el del Brañillín,
que desciende desde el Cuitu Negru (1.853 m). Dejada atrás la Pena
Castillo (1.237 m) llegaremos al cauce del río Valgrande, que discurre por el
Valle de las Mestas en dirección al
pueblo de San Miguel del Río. El topónimo mestas indica la unión de los ríos. Poco antes de llegar a la autopista volveremos a atravesar otro cauce fluvial, el del Reguero de las Rubias, uno más de los muchos que contribuyen a hacer grande al río Lena.
La holgada pista es apta para todoterrenos, por lo que es fácil encontrarnos con
algún vehículo. Poco después de la Pena Castillo el camino se bifurca ascendiendo, el
ramal de la izquierda, hacia la cabecera del Valle de las Mestas. Si seguimos
este tramo disfrutaremos de buenas vistas del bosque y del Macizo de
Ubiña. Si optamos por seguir por el tramo principal alcanzaremos la base del
túnel del Negrón en la autopista, final del recorrido.
El
bosque de Valgrande, por su belleza e interés, fue celebrado por Gaspar Melchor de
Jovellanos y el propio rey Alfonso X el Sabio. Parece, pues, una ilustrada decisión el que, en alguna ocasión, nos acerquemos hasta este hermoso
rincón de nuestra geografía.
AUTOR
DEL TEXTO JOSÉ RAMÓN FDEZ.-TRESGUERRES. FOTOS: JOSÉ RAMÓN Y ANA ISABEL FDEZ.-TRESGUERRES
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