El pico Horru, de 1.527 m, es la cumbre más destacada de la Sierra de Peña Manteca. Su nombre nada tiene que ver con nuestros populares graneros, los conocidos hórreos, sino más bien con un término que indica altura. Es la cumbre más alta de Belmonte de Miranda y su ascenso se puede realizar desde distintos puntos de inicio. En este caso lo haremos desde la localidad belmontina de Cigüedres, en la parroquia de Agüera. Partiremos desde los 800 m de altitud y nos veremos obligados a salvar 727 m de desnivel. En la parte final de la ascensión debemos evitar el abundante monte bajo que ha colonizado la mayor parte de sus laderas.
Cigüedres, inicio y final de la ruta |
Por
Cigüedres discurría un ramal del antiguo camino que desde Belmonte ascendía
hasta los puertos de altura de los vaqueiros en Somiedo. Este Camín Francés
atraviesa los pastos situados en las laderas de Peña Manteca a la que
pretendemos ascender. En la primera parte, hasta alcanzar el Collado La Rueda,
discurrimos por un bonito empedrado que por suerte aún se conserva en buen
estado. El empedrado acaba poco antes
del collado convirtiéndose en pista de tierra a partir de ese punto. Por ella llegamos hasta La Braña y Campoleo.
Empedrado en la subida al Collado La Rueda |
En el collado se encuentra la
conocida Fuente Francisca. Separa la Sierra de Quintanal y la de Arcéu. Este
crestón calcáreo se contrapone a la Sierra de Peña Manteca que corre en
paralelo algunos cientos de metros más al oeste. La cumbre principal de la
Sierra de Quintanal es el pico Miru de 1.221 m, fácilmente accesible desde el
collado. La cumbre destacada de la Sierra de Arcéu es El Cuernu, de 1.133 m de
altitud. El paisaje de Peña Manteca, de sustrato silíceo, está dominado por la
cuarcita de color gris. Este es consecuencia de la oxidación de la piedra y la colonización de los líquenes. El paisaje vegetal está tapizado por el monte bajo en el
que predominan el brezal y los pastizales que aún alimentan una abundante cabaña ganadera.
Hacia Brañavieja desde Cigüedres |
El
camino continúa por la vertiente occidental de la Sierra de Quintanal en
dirección suroeste, hacia la cabecera del valle de Valbona y el río de las
Durniellas. Este nace bajo Brañavieja, la braña que tendremos que alcanzar
antes de continuar hasta el Collau La Espina. La
ladera de ascenso que nos lleva a la cumbre del Horru no presentaría
dificultades especiales a no ser por el matorral. Brezales y
escobanales estaban muy cerrados cuando lo ascendimos. Esto nos obligó a perder mucho tiempo buscando el camino adecuado. La subida se convirtió en un auténtico laberinto.
El Horru desde el camino a Brañavieja |
Subir
la primera parte que nos lleva hasta el Pico Loma de la Chana, a través del
Monte de Urro, resulta más fácil que la que discurre desde el Collado
Muraco (1.363 m) hasta la cumbre. Al final el esfuerzo mereció la pena pues la
vista que nos deparó la cumbre compensó todas estas penalidades. En la cima nos recibe el vértice geodésico, que preside estas
alturas. Lo acompaña un antiestético casetón de madera que ocupa buena parte de
la plataforma superior. Constituye la singularidad del pico Horru.
Cumbre del Horru |
Abajo tenemos todo el camino recorrido. Por el norte divisamos el valle
del río Narcea y las llanuras del Alto de la Curiscada y La Espina. Al otro
lado del Alto de Las Estacas se distingue el profundo desmonte provocado por las
explotaciones de oro. Estas comparten vecindad con las numerosas minas de origen
romano que abundan por el entorno. Toda la sierra que por el norte se prolonga
hasta Peña Aguda, la Sierra de Begega, se encuentra totalmente colonizada por
los molinos de viento. Pero ni las dificultades de la
subida, ni todos los desaguisados medioambientales de la zona acabarán con la
belleza de los valles belmontinos.
Panorámica desde la cumbre del Horru |
AUTOR DE FOTOS Y TEXTO: JOSÉ RAMÓN FDEZ.-TRESGUERRES
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