Conservo algunas citas literarias, sobre hermosos rincones del concejo llanisco, que me gustaría compartir con
todos los que lean esta corta reseña. Son lugares muy visitados por diferentes razones, en unos casos por su interés geológico, en otros casos por su valor histórico o cultural.
La primera de ellas hace referencia
al complejo cárstico de Cobijeru y pertenece a Francisco Javier Chao. Dice
así: «En las cercanías de Buelna se abren
dos depresiones cársticas, llamadas dolinas por donde el mar inunda el campo y
forma una laguna cerrada y salada durante las pleamares. Una es la playa del
Cobijeru. Inconfundible por su arco de piedra caliza que sirve de mirador sobre
el mismo Cantábrico, y la segunda es una oquedad natural que albergó un molino
de mareas: el molín de Marimuerto».
La segunda cita corresponde a
Laurent Vital, acompañante del Emperador Carlos I en su viaje para la toma de
posesión del reino de España. El breve texto corresponde a la descripción de
uno de los conocidos bufones de Llanes.
«Llanes está situado a un tiro de ballesta cerca de la mar, la cual llega (...) y bate incesantemente contra las rocas y montañas, que son altas en sumo grado, pareciendo que es una sima del infierno por el ruido del agua, la cual salta continuamente más alto que una lanza a causa de las grandes ondas que allí se encuentran y redoblan contra aquellas rocas cavadas y partidas en grandes hoyos por los que se mete el agua; y cuando estos hoyos están llenos, entonces vuelve a salir fuera, saltando, espumando y mugiendo tan impetuosamente que apenas si se oye uno a otro gritar ni hablar, lo que es cosa horrorosa y espantosa de ver y oír».
«Llanes está situado a un tiro de ballesta cerca de la mar, la cual llega (...) y bate incesantemente contra las rocas y montañas, que son altas en sumo grado, pareciendo que es una sima del infierno por el ruido del agua, la cual salta continuamente más alto que una lanza a causa de las grandes ondas que allí se encuentran y redoblan contra aquellas rocas cavadas y partidas en grandes hoyos por los que se mete el agua; y cuando estos hoyos están llenos, entonces vuelve a salir fuera, saltando, espumando y mugiendo tan impetuosamente que apenas si se oye uno a otro gritar ni hablar, lo que es cosa horrorosa y espantosa de ver y oír».
El tercer texto, del escritor Saro y
Rojas, se centra en describir las edificaciones de San Antolín de Bedón, en
muchas ocasiones demasiado descuidas por las distintas administraciones. «De su antigua grandeza sólo queda la iglesia
romanobizantina en camino de desaparecer también, y, lo que nunca desaparecerá,
el recuerdo. Si, por más que sea la iglesia de San Antolín monumento artístico
e histórico destinado a flotar sobre los estragos que el tiempo causa en toda
obra humana, tememos que no flotará, porque a pesar de la comisión
correspondiente de la provincia, y seguramente contra sus deseos (que aquí
debieran traducirse en deberes inexcusables) de día en día se ve en el sagrado
templo la destructora influencia de las lluvias y de los vientos, elementos que
terminarán por derrumbarle».
Por último, y para no alargarme
demasiado, otro pequeño texto que nos recuerda el triste episodio de la Guerra
Civil Española en el concejo llanisco. Corresponde a la que fue conocida como la
batalla del Mazucu y fue escrito por Lojandio. El texto es el siguiente:
«Avanzaban los soldados envueltos en sus grandes capotes pardos, azotado el rostro por los vientos del Atlántico, empapados en esa lluvia fría fina y penetrante que arrastran las ráfagas del Noroeste. Guerra así, tan distinta del avance monótono de las tierras llanas bajo el cielo despejado, requiere del soldado una mayor y más tensa moral. El enemigo se torna invisible y los objetivos de la jornada ocultan en lo alto entre las nubes y los jirones de niebla que envuelven la cima de las montañas. Es la guerra que exige del soldado poner a servicio su máxima intuición de luchador su personal iniciativa, su alto espíritu de marcha y sacrificio».
«Avanzaban los soldados envueltos en sus grandes capotes pardos, azotado el rostro por los vientos del Atlántico, empapados en esa lluvia fría fina y penetrante que arrastran las ráfagas del Noroeste. Guerra así, tan distinta del avance monótono de las tierras llanas bajo el cielo despejado, requiere del soldado una mayor y más tensa moral. El enemigo se torna invisible y los objetivos de la jornada ocultan en lo alto entre las nubes y los jirones de niebla que envuelven la cima de las montañas. Es la guerra que exige del soldado poner a servicio su máxima intuición de luchador su personal iniciativa, su alto espíritu de marcha y sacrificio».
Todos estos lugares y muchos otros más del
concejo de Llanes merecen aunque sea una breve visita. Si la hacemos
acompañados por alguna cita literaria, obtenida previamente, nos servirá para comprender
un poco mejor el espacio que recorremos.
Si quieres conocer Llanes un poco mejor aquí te dejo el enlace de su pagina de turismo Turismo de Llanes
AUTOR DE FOTOS Y TEXTO: JOSÉ RAMÓN FDEZ.-TRESGUERRES
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AUTOR DE FOTOS Y TEXTO: JOSÉ RAMÓN FDEZ.-TRESGUERRES
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