POR
JOSÉ RAMÓN FDEZ.-TRESGUERRES
Inicio de la senda en la Central de Trascudia |
Catalogada como senda local, marcas blancas y verdes, está especialmente
concurrida en verano coincidiendo con la temporada de pesca. A lo largo del
camino hay un par de cotos salmoneros, Los Ángeles y El Bejar. También conviene
advertir que en invierno y primavera es posible que se produzcan crecidas del
caudal por lo que el camino puede quedar inutilizado en algunos tramos,
especialmente en su zona más baja.
Además
de la belleza del paisaje, es un recorrido destacable por su variada vegetación
y fauna. En relación con lo primero hay que señalar la existencia de
vegetación tanto atlántica como mediterránea. Se pueden observar fresnos, sauces, laureles,
tilos, avellanos, arces, robles, encinas o castaños. Hay también una pequeña
plantación de eucaliptos que desvirtúa el paisaje original. En cuanto a la
fauna lo más representativo son las nutrias (Lutra lutra), el desmán de los
Pirineos (Galemys pyrenaicus), diferentes tipos de aves (milanos, gaviotas…),
insectos (caballitos del diablo...) o fauna piscícola variada como las truchas, salmones, lampreas o
mújoles.
En
Cades está documentada, desde el s. XVIII, una importante forja en la que se
obtenían lingotes mediante el procedimiento de forja catalana. Desde las
proximidades de Camijanes, mitad del recorrido, también podemos iniciar la
senda junto a las instalaciones de la central hidroeléctrica de Trascudia
discurriendo, desde este punto, por toda la margen derecha del Nansa. En el lugar contamos con un pequeño aparcamiento para dejar nuestro vehículo. La
central se inauguró en el año 1949 y se abastece del agua del embalse de
Palomera a través de un túnel excavado en la roca.
El
Nansa nace al pie de Peñalabra (1.800 m de altitud) y desemboca en Tina Menor, en
Pesúes, muy próximo a la localidad de Muñorrodero, que nosotros hemos elegido
como final del recorrido. Tina Menor se localiza cerca de la otra Tina, la
Mayor, que es límite entre las comunidades de Cantabria y Asturias. Este
topónimo podría derivar de la palabra latina Tinam, referido a un tipo de vasija con el cuello alargado y
estrecho como asemeja la ría.
Silla colgante en el Coto El Bejar |
Nada más iniciar el camino, frente a las instalaciones de la central, nos encontramos con la unión del Nansa con su afluente el Suspino, en un hermoso salto natural de agua. El recorrido está adaptado, en diversos tramos, con estructuras de madera y hormigón para facilitar los pasos más problemáticos.
En origen, el camino fue una senda abierta por los pescadores para facilitar su actividad, siendo acondicionada, en el año 2010, como ruta senderista. De cualquier manera hay que decir que, aunque catalogada con una dificultad media, haciendo sólo este tramo final que he indicado, es apta para la mayor parte de los aficionados.
Cueva del Rejo |
Cofría |
Muñorrodero,
final del recorrido, dista un kilómetro escaso de Pesúes, que es la capital
municipal, y en sus proximidades se localiza la cueva prehistórica de La Fuente
del Salín. En este yacimiento también se han encontrado materiales del
Paleolítico superior pero no es visitable.
Cualquier ruta senderista por la montaña de Cantabria merece la pena, pero no debéis olvidaros que en esta comunidad autónoma también disfrutan de hermosos bosques y cursos fluviales por los que podemos gozar de una buena jornada andariega.
AUTOR
DE TEXTO Y FOTOS JOSÉ RAMÓN FDEZ.-TRESGUERRES
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