A muchos miembros de estas especies se les ha asignado papeles de malo en la literatura infantil por lo que hemos crecido con cierta fobia hacia ellos, en especial hacia los sapos y ranas. Con los reptiles probablemente nuestra aversión proceda de una respuesta atávica como consecuencia de nuestro pasado simiesco.
El caso es, que nos gusten o no, ahí están, en la mayoría de nuestras sendas de montaña, en la costa, e incluso son frecuentes en nuestras ciudades. Por esto parece conveniente dedicarles algún tiempo ya que por su abundancia resulta relativamente sencillo el dar con ellos.
Puesta de anuro |
Entre los anfibios solemos considerar exclusivamente a los citados sapos y ranas olvidándonos de otros tan hermosos e interesantes como son los anfibios con cola (orden Urodela) que agrupa a unas ocho familias con veintidós especies entre los que se encuentran los tritones y salamandras.
Los anfibios viven principalmente en terrenos húmedos y encharcados. Los sapos y ranas constituyen, desde el punto de vista evolutivo, los más avanzados. Los individuos adultos carecen de cola, una característica que da nombre al orden al que pertenecen (Anura). Por el contrario las larvas, los conocidos renacuajos, tienen cola que se reabsorbe en el momento en el que aparecen las patas. Éstas, en número de cuatro, se diferencian por ser más cortas las anteriores que las posteriores, y por el número de dedos, cuatro en las anteriores y cinco en las posteriores. Tanto las ranas como los sapos tienen los pies palmeados lo que les aporta una ventaja capital para su desplazamiento en el agua. En Asturias los sapos más habituales son el pintojo (Discoglossus galganoi), que puede confundirse con una rana, el sapo partero (Alytes obstetricans) y el común (Bufo bufo).
Sapo pintojo |
Sapo partero |
El sonido habitual que escuchamos en las tardes del verano, en las proximidades de las charcas y lagos, suele corresponder a los machos de rana. Se emite gracias a unos sacos resonantes situados en las comisuras de la boca que inflan formando grandes vejigas. Con ellos amplifican el sonido que puede oírse incluso a varios kilómetros de distancia. Se cree que este canto más que para atraer a las hembras tiene una función intimidatoria hacia los otros machos.
Ranas muertas |
Los tritones y salamandras se distribuyen por la mayor parte de la tierra salvo en África tropical, Australia y las regiones polares. En la mayoría de las especies el número de dedos de sus cuatro patas es igual que en sapos y ranas, cuatro en las anteriores y cinco en las posteriores. Las salamandras y tritones mudan su piel en una sola pieza. Esta piel les sirve también para respirar aunque las salamandras cuentan con largos sacos pulmonares que actúan como la vejiga natatoria de los peces a modo de órgano hidrostático.
Salamandra |
Tritón jaspeado hembra (Triturus marmoratus) |
Los reptiles fueron los primeros en cubrirse con una piel seca y escamosa para proteger el cuerpo y prevenir la desecación. Los grupos de reptiles son los quelonios, tanto los acuáticos como los terrestres, los lagartos y las serpientes.
En los últimos años es frecuente encontrar en Asturias, en los humedales, las populares tortugas californianas que se crían como mascotas en muchos hogares. Esto representa un auténtico peligro para nuestra fauna autóctona debido a su gran voracidad.
Los reptiles tienen el sentido del olfato bien desarrollado y por lo general una buena visión. Salvo los quelonios, tienen dientes en la mandíbula y en el paladar que no utilizan para masticar sino para sujetar a sus presas.
Las lagartijas más habituales de Asturias son la común o Ibérica (Podarcis hispanicus) y la serrana (Iberolacerta monticola). Esta última tiene su hábitat principal en la zona de alta montaña. En Asturias hay dos tipos de víbora, la Vipera seoane y la berus o común. Están distribuidas por todo el medio rural tanto en la costa como en el interior. Al encontrarse en grietas, entre piedras y troncos de árbol, conviene tener especial cuidado con ellas ya que ambas son venenosas.
La víbora de seoane tiene una línea central arrosariada de color negro existiendo una variedad negra con dos líneas amarillas longitudinales. La berus o común presenta en ambos sexos una banda dorsal arrosariada. Esta última no es especialmente agresiva atacando sólo cuando se ve acorralada o agredida. Puede alcanzar un tamaño que oscila entre los 60 y 90 cm. Se suele alimentar de ratones y lagartijas.
Víbora común |
AUTOR DE TEXTO JOSÉ RAMÓN FDEZ.-TRESGUERRES; FOTOS JOSÉ Y ANA I. FDEZ.-TRESGUERRES
2 comentarios:
Muy interesante la entrada y curiosas fotos, (que atrevido con la víbora), un buen trabajo.
Las víboras están fotografiadas con un objetivo que permitía una cierta separación. Además como explico en el post este tipo de víbora, si no se la incordia mucho, no generan problemas. Saludos y muchas gracias.
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